lunes, 19 de mayo de 2008

Bar Bodega Carlos

El otro dia quedé con mi amiga Eva para hablar sobre el viaje a Francia que íbamos a realizar durante el puente del 1º de mayo (prometo escribir un artículo).
Me dijo que habia quedado para cenar con unas amigas y que le llamara al salir del trabajo para ver donde estaban.
Pues bien, al acabar mi jornada laboral realicé la llamada y su respuesta, mas o menos fue:

"Estic a un restaurant que està en un carrer que baixa del Palau de la Música, que fa cantonada amb Sant pere Mitjà, crec que es diu Verdaguer i Callís".

Tatachán !!!! Mi memoria RAM, aunque está algo tocada, en esos momentos no falló y me situaba en el mismo lugar donde antes estaba el BAR BODEGA CARLOS. Rápidamente me dirigí con el BICING hacia aquella dirección y, correcto, el Bar Bodega CARLOS había desaparecido. De golpe y porrazo, me empezaron a venir millones de recuerdos.
Al entrar, me quedé alucinado. La estructura, claro está, era la misma sólo que con otra decoración. Pero mi cabeza tenia en mente la anterior.
Pasé muchos horas de mi vida ahí. Realicé mis primeros conciertos, me privé mis primeras Xibecas, jugué mis primeras partidas a cartas..... y todo esto en horario de clase, que tiene delito. Así me fué, 5 años de B.U.P. y 3 de C.O.U. Como todo el E.G.B. junto. El Carlos, la Mari, sus hijos Dani y Carlos, todos con sus historias pero buena gente.
Lo mejor, aquellas fotos en las que salia un tipo dentro de las jaulas del Zoo de Barcelona abrazado a los monos, a los delfines.... Ya ves, un lugar con solera. Los nuevos dueños creo que flipaban con mi cara, les pegué un rollo que pa´ que. Pero claro, es que estoy hablando de hace 15 años, que no son pocos. Un breve resumen de mi vida en "el carlos".

2 comentarios:

Eduard Flotats dijo...

Ja la conec. Es la sensació de ser un extrany a casa teva.

Jo t'he vist tocant al Carlos.

Quines époques.....
I el Lluis (trope). Com canvía tot....I el magín? jajaja.

sònia dijo...

Pasé por Pedro las Tortas, y cuando vi el cambio de El Carlos me quedé petrificada delante de la puerta durante no sé cuanto rato... Sólo me sacó de mi abstracción una voza por detrás que me decía: "Flipas con el cambio, ¿no?" Era Carlos (hijo). Los dos nos miramos y sobraron las palabras.
Ostras, qué nostalgia... pero cuánta!
besotes guapo,
sònia