viernes, 14 de noviembre de 2008

SIGUR ROS - Sant Jordi Club, Barcelona, 13 de Noviembre de 2008,

Ayer noche asistí al concierto de Sigur Ros en Barcelona. Tenía la curiosidad de verlos en directo después de ver un concierto suyo realizado en el MOMA de Nueva York este mismo año, que está colgado en la red y que cuenta con el beneplácito del grupo. Si os interesa verlo, éste es el enlace:
http://http://current.com/items/89173668/sigur_r_s_moma.htm#89319734

No voy a comentar tema por tema, os daré mi visión global del concierto y de paso, os dejo una fotos que realicé con el móvil para que os hagais una idea de lo que pasó.

Tenía que encontrarme con gente pero llegué tan justo que me pareció imposible encontrar a nadie (Ana, ya tendremos tiempo de verlos otra vez !!!). Me adentré hasta las primeras filas y empezó la cosa.
Con las prisas y el pésimo sonido de los primeros temas me costó meterme dentro, pero a los 20 minutos os puedo decir que estaba disfrutando como un enano.
No es que llevaran unos efectos de la ostia pero puestos en el momento justo resultaron totalmente efectivos.

Imágenes proyectadas, confetti, una especie de lamparas en forma de bola que parecían planetas, un buen juego de luces ... Supongo que era lo que la gente quería, viendo la gran demanda de entradas, lo que hizo que se cambiara de local. Temas envolventes de largo minutaje, impregnados de nocturnidad.

Me sorprendió el bajista. Cada nota serpenteaba por todo el cuerpo. Te pegaba un viaje que ni te cuento. Tendrá algo de curativo?
El concierto fué creciendo poco a poco hasta llegar a momentos de extasis. Sólo hacía falta ver la cara de cierta parte del público.

Momentos glorioso, como la salida de varios personas con tambores (seguramente serían alguno roadies), para acompañarles en el tema que habre su último disco.

Uno de los detalles que más me gustó fué ver como los propios miembros de la banda se colocaban los microfonos y el pequeño instrumental que utilizaban el algunos de los temas.

En fin, Sigur Ros están de moda, suenan en todas partes y ellos lo saben. Es el único fallo que encontré. Me dió la sensación de haber asistido a un concierto de Sigur Ros para todos los públicos. Nada de improvisación, todo calculado.

Pero bueno, eso no quita que realizaran un buen concierto y que yo disfrutara con ello.

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